La persona llega el consultorio de Luces y Colores, y si gusta se quita los zapatos. Luego se acuesta en una camilla boca arriba. Para ayudar a la relajación hay música de fondo.

La sesión dura de 50 minutos a una hora y se puede hacer en el consultorio o a domicilio, y en cualquier postura. Es decir, si la persona no quisiera acostarse se le puede hacer sentada o hasta de pie.

La sesión comienza con la limpieza de chakras y el aura con la ayuda de cristales y Pomanders. Después, la maestra de Reiki va posando sus manos sobre distintas partes del cuerpo de la persona, dejándolas fijas en diferentes áreas por varios minutos. Luego, la persona se pone boca abajo y se repite el mismo procedimiento.

Cada región donde se posan las manos es distinta y el tiempo que las manos se posan sobre cada zona varía de persona a persona de acuerdo a sus necesidades.

Una vez que la zona recibió la energía deseada, las manos cambian a otra zona. Aun así se cree que el alma del receptor sabe exactamente en qué y para qué ocupa usar toda la energía que está recibiendo, por lo cual aun cuando las manos se posan sobre los hombros, si el receptor siente mayor necesidad en un dedo del pie, la energía será redirigida al dedo.

Una vez terminada la sesión se le da a las personas unos minutos para incorporarse.

Es importante aclarar que no siempre se tiene que tocar a la persona; de hecho, si a ésta le incomoda ser tocada, las manos se pueden colocar a unos 5 o más centímetros sobre su cuerpo y nunca tocarla físicamente. También si los olores le molestan sencillamente no se usa ningún Pomander, aunque el beneficio extra que brindan es invaluable.